CONTAMINACION DE AGUA GENERADA POR LA AGICULTURA

Contaminación agrícola de los recursos hídricos
El problema más prioritario de nuestro tiempo, después
únicamente del relativo a la disponibilidad de agua potable, es el del acceso a
los alimentos. Por ello, la agricultura es un componente dominante de la
economía mundial. Si bien la mecanización de la agricultura en muchos países ha
reducido espectacularmente la parte de la población que trabaja en ese sector, la necesidad acuciante de producir
alimentos en cantidad suficiente ha repercutido en las prácticas agrícolas de
todo el mundo. En muchos países, esta
presión ha originado una expansión hacia tierras marginales y normalmente está
asociada a la agricultura de subsistencia. En otros, la necesidad de alimentos
ha llevado a la expansión del riego y a una utilización cada vez mayor de fertilizantes y plaguicidas con el fin de
lograr y mantener rendimientos superiores.
Convencionalmente, en la mayor parte de los países, todos
los tipos de prácticas agrícolas y formas de utilización de la tierra,
incluidas las operaciones de alimentación animal (granjas de engorde), se
consideran como fuentes no localizadas. Las características principales de las
fuentes no localizadas son que responden a las condiciones hidrológicas,
presentan dificultades para la medición o control directo (y, por ello, son
difíciles de regular), y se concentran en las prácticas de ordenación de la
tierra y otras afines. El control de las fuentes delimitadas en los países que
tienen programa eficaces en ese sentido se lleva a cabo mediante el Tratamiento
de efluentes de acuerdo con los reglamentos aprobados, por lo general en el
marco de un sistema de permisos de descarga. Por el contrario, para el control
de las fuentes no localizadas, en particular en la agricultura, se ha recurrido
ante todo a iniciativas de educación, promoción de prácticas adecuadas de ordenación y modificación del
aprovechamiento de la tierra.
La causa fundamental es la mala ordenación de las
actividades agrícolas
ü Aumento de la superficie regada y de las
retiradas de agua.
ü Utilización de canales de riego sin
revestir.
ü Subida del agua subterránea.
ü Monocultivo extensivo y utilización
excesiva de plaguicidas persistentes
ü Salinización creciente y escorrentía de
sal, cuyo resultado es la salinización de los grandes ríos.
ü Mayor frecuencia de las tormentas de
polvo y deposición de sal.
ü Descarga en los ríos principales de
caudales de retorno con alto contenido de minerales y plaguicidas.
ü Utilización excesiva de fertilizantes
En PNUMA (1993) se concluye que el “elevado contenido de
sales minerales en las aguas potables influye en la morbilidad de los órganos
del sistema digestivo, cardiovascular y de secreción urinaria, así como en el
desarrollo de patologías ginecológicas y relacionadas con el embarazo” y se
señalan “los efectos de los plaguicidas en el nivel de morbilidad oncológica,
pulmonar y hematológicas, así como en las deformidades congénitas y otros
factores genéticos. La exposición a los plaguicidas se ha asociado también a
deficiencias en el sistema inmunitario”.
Contaminación del agua por fertilizantes en la
agricultura
La contaminación por fertilizantes se produce cuando
estos se utilizan en mayor cantidad de la que pueden absorber los cultivos, o
cuando de eliminan por acción del agua o del viento de la superficie del suelo
antes de que puedan ser absorbidos. Los excesos de nitrógeno y fosfatos
pueden infiltrarse en las aguas
subterráneas o ser arrastrados a cursos de agua. Esta sobrecarga de nutrientes provoca la
eutrofización de lagos, embalses y estanques, y da lugar a una explosión de
algas que suprimen oras plantas y animales acuáticos. Los métodos agrícolas,
forestales y pesqueros y su alcance son las principales causas de la pérdida de
biodiversidad del mundo. Los costos externos globales de los tres sectores
pueden ser considerables.
La producción agropecuaria tienes unos profundos efectos
en el ambiente. Son la principal fuente de contaminación del agua por nitratos,
fosfatos y plaguicidas. También son la mayor fuente antropogénica de gases
responsables del efecto invernadero, metano y óxido nitroso, contribuyen en
gran medida a otros tipos de contaminación del aire y agua.
La agricultura afecta también a la base de su propio
futuro a través d la degradación de la tierra, la salinización, el exceso de
extracción de agua y la reducción de la diversidad genética agropecuaria. Sin embargo las consecuencias a largo plazo
de estos procesos son difíciles de cuantificar.
En las proyecciones de cultivos para el año 2030, se
supone un menor crecimiento del uso de fertilizantes nitrogenados en el pasado.
Si se puede mejorar el rendimiento, el incremento en el uso total de
fertilizantes entre 1997-1999 y 2030 podría ser tan reducido como el 37 %. Sin
embargo, el uso actual en muchos países en desarrollo es muy ineficaz. En
china, el mayor consumidor del mundo de fertilizantes nitrogenados, casi la
mitad del nitrógeno aplicado se pierde por volatizacion y de un 5 a 10 % por infiltración.
Si se utilizan más métodos de producción sostenible, se
podrán atenuar los efectos de la agricultura sobre el ambiente. No cabe duda de
que, en algunos casos, la agricultura
puede desempeñar una función importante en la inversión de estos
efectos, por ejemplo, almacenando carbono en los suelos, mejorando la
filtración del agua y conservando los paisajes rurales y la biodiversidad.
Los plaguicidas, en cuanto contaminantes del agua
El término “plaguicida” es una palabra compuesta que
comprende todos los productos químicos utilizados para destruir las plagas o
controlarlas. En la agricultura, se utilizan herbicidas, insecticidas,
fungicidas, nematocidas y rodenticidas.
Un factor decisivo de la revolución verde ha sido el
desarrollo y aplicación de plaguicidas
para combatir una gran variedad de plagas insectívoras y herbáceas que, de lo
contrario, disminuirán el volumen y calidad de la reducción alimentaria. El uso
de plaguicidas constituye el método habitual de lucha contra las plagas. Por
desgracia, los beneficios aportados por la química han ido acompañados de una
serie de perjuicios, algunos de ellos tan graves que ahora representan una
amenaza para la supervivencia a largo plazo de importantes ecosistemas, como
consecuencias de la perturbación de las relaciones depredador- presa y la
pérdida de biodiversidad.
Además, los plaguicidas pueden tener importantes
consecuencias en la salud humana.
Si bien el uso de productos químicos en la agricultura se
reduce a un numero limitado de compuestos, lagricultura es una de las pocas
actividades donde se descargan deliberadamente en el ambiente de producto
químicos para acabar con algunas formas de vida.
Tratamiento de
aguas contaminadas por plaguicidas
Aunque la recuperación
de un acuífero contaminado es un proceso costoso económicamente con ciertas dificultades tétricas. Debe
incluirse entre los métodos de lucha contra la contaminación.

El tratamiento clásico de floculación-decantacion y
filtración del agua contaminada es ineficaz
para el conjunto de plaguicidas, a excepción del DDT, que se elimina
parcialmente. También la filtración lenta tiene un efecto limitado sobre
algunos productos.
La elección de un método concreto de tratamiento de aguas
contaminadas precisa en primer lugr determinar los plaguicidas presentes y
conocer la localizcion y variabilidad espacial y temporal de la contaminación.
En general existen diversas alternativas para el
tratamiento de acuífero contaminadas
1. Bombeo y tratamiento físico ( filtración
física y oxigenación).
2. Filtración a través de carbón activo.
3. Clausura de pozos de suministro de agua
potable.
4. Perforaciones más profundas por debajo
del nivel acuífero contaminado.
5. Suplir temporalmente el abastecimiento
mediante otras fuentes no contaminadas, o suministrar agua embotellada para la
bebida y agua no contaminada para el ganado.
Los tratamientos para la eliminación de plaguicidas
de aguas de abastecimiento se basan en las técnicas de destrucción de las
moléculas y de retención física. Entre ellos cabe destacar:
v
Acción
del cloro, dióxido de cloro y del permanganato potásico: el cloro y los
peróxidos no actúan sobre los insecticidas clorados. El permanganato ataca
parcialmente a algunos (como el lindano). Por el contrario, los herbicidas
orgánicos se degradan fácilmente con el cloro, el dióxido de cloro y
permanganato. Estos oxidante no son suficientemente eficaces rente al conjunto
de plaguicidas presentes en las aguas superficiales y subterráneas.

v
Acción
del carbón activo: el procedimiento efectivo de eliminación de plaguicidas
consiste en el empleo de carbón activo, tanto si se utiliza en forma de polvo
como en grano. Ni el pH ni la temperatura parecen afectar de forma marcada el
grado de eliminación.


Las experiencias
en este campo vienen constatando que el método más utilizado y con mejores
resultados es el lavado del acuífero y el filtrado con carbón activo.
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